viernes, 26 de agosto de 2022

Una Interesante Reflexión de José Ortega y Gasset Sobre el Concepto de Realidad.

Esta reflexión aparece al principio de la segunda parte de la obra "La Rebelión de las Masas"


"La pura verdad es que en el mundo pasa en todo instante,y, por tanto, ahora, infinidad de cosas. La pretensión de decir qué es lo que ahora pasa en el mundo ha de entenderse, pues, como ironizándose a sí misma.

Mas por lo mismo que es imposible conocer directamente la plenitud de lo real, no tenemos más remedio que construir arbitrariamente una realidad, suponer que las cosas son de una cierta manera.

Esto nos proporciona un esquema, es decir, un concepto o enrejado de conceptos. Con él, como a través de una cuadrícula, miramos luego la efectiva realidad, y entonces, sólo entonces, conseguimos una visión aproximada de ella.

En esto consiste el método científico.
Más aún, en esto consiste todo el uso del intelecto. Cuando al ver llegar a nuestro amigo por la vereda del jardín decimos:-Este es Pedro-, cometemos deliberadamente, irónicamente, un error: Porque Pedro significa para nosotros un esquemático repertorio de modos de comportarse física y moralmente-lo que llamamos carácter-, y la pura verdad es que nuestro amigo Pedro no se parece, a ratos, en casi nada a la idea de -nuestro amigo Pedro-.

Todo concepto, el más vulgar como el más técnico, va montado en la ironía de sí mismo, en los dientecillos de una sonrisa alciónica, como el geométrico diamante va montado en la dentadura de oro de su engarce.

El dice muy seriamente:-Esta cosa es A, y esta otra cosa es B.- Pero es la suya la seriedad de un pince-sans-rire. Es la seriedad inestable de quien se ha tragado una carcajada y si no aprieta bien los labios la vomita. El sabe muy bien que ni ésta es A, así, a rajatabla, ni aquella B, así, sin reservas.
Lo que el concepto piensa en rigor es un poco otra cosa que lo que dice, y en esta duplicidad consiste la ironía. Lo que verdaderamente piensa es esto: yo se que, hablando con todo rigor, esta cosa no es A, ni aquella B, pero, admitiendo que son A y B, yo me entiendo conmigo mismo para los efectos de mi comportamiento vital frente a una y otra cosa.

Esta teoría del conocimiento de la razón hubiera irritado a un griego. Porque el griego creyó haber descubierto en la razón, en el concepto, la realidad misma. Nosotros, en cambio, creemos que la razón, el concepto, es un instrumento doméstico del hombre, que éste necesita y usa para aclarar su propia situación en medio de la infinita y archiproblemática realidad que es su vida.

Vida es lucha con las cosas para sostenerse entre ellas. Los conceptos son el plan estratégico que nos formamos para responder a su ataque. Por eso, si se escruta bien la entraña última de cualquier concepto, se halla que no nos dice nada de la cosa misma, sino que resume lo que un hombre puede hacer con esa cosa o padecer de ella.

Esta opinión taxativa, según la cual el contenido de todo concepto es siempre vital, es siempre acción posible, o padecimiento posible de un hombre, no ha sido hasta ahora, que yo sepa, sustentada por nadie, pero es, a mi juicio, el término indefectible del proceso filosófico que se inicia con Kant.

Por eso, si revisamos a su luz todo el pasado de la filosofía hasta Kant, nos parecerá que en el fondo todos los filósofos han dicho lo mismo.

Ahora bien, todo descubrimiento filosófico no es más que un des-cubrimiento y un traer a la superficie lo que estaba en el fondo."